miércoles, 2 de septiembre de 2009

La historia de "Mike" el pollo sin cabeza...


Hace muchos años, en mi divertidísima infancia alguien me contó la historia del "Pollo sin cabeza", que obviamente me pareció más choro que otra cosa y el día de ayer vi un documental acerca de enfermedades que atacan al cerebro y algunas partes de la cabeza de los seres humanos, y no me refiero a los debrayes gachos que tienen algunos, sino a enfermedades reales, en una parte hablaban de que en algunas cirugías es necesario extirpar una parte del cerebro para salvar la vida del paciente... y hablaron del dichoso "Pollo sin cabeza" y recordé la historia esa, por lo que, como la duda me corroía pos acudí presuroso a San Google.com.mx (ya voy a pedir comisión por tanta publicidad) 1,110,000 resultados... como siempre elegí páginas al azar y a echarnos un clavado a ver qué pex con dichosa historia.

Después de encontrar himnos, oraciones, canciones, videos, odas, playeras, llaveros, cartas, pensamientos y hasta condones del "Pollo sin cabeza" descubrí que efectivamente, la historia es más real que la crisis mundial, por lo que les hago un extracto (já, sonó a albur) de la historia de este singular personaje.

"MIKE" el pollo sin cabeza...

Fruita (no, no escribí mal, así se escribe) es una ciudad de más o menos unos 6.400 habitantes de allá por Colorado (Estados Unidos) de donde fué originario el buen Mike, éste condenado pollo logró vivir más de un año sin cabeza, exactamente 18 meses, gracias a los cuidados y mimos de aquéllos que, un día se les antojó echarse un caldito (y no me refiero a un caldito de esos con final feliz), le mocharon la mayor parte de su cabeza con la única intención de echárselo al plato.

Ese fatídico día, 10 de septiembre de 1945 (por cierto, les recuerdo que mi cumple es el 11 de septiembre, eh !!!), el granjero Lloyd Olsen fue a corretear un pollo para la cena y pos al primero que vio fue al MIKE, después de corretearlo unos minutos lo pepenó del gogote, levantó el hacha pa´dejársela ir intentando dejar la mayor parte del cuello posible -la zona que más le gustaba a su suegra que para su mala suerte y la del MIKE les había caido como maldición gitana- y le cortó la cholla. Hasta aquí todo era muy normal, ya saben el regadero de sangre, los aleteos del pollo refrescándole su mauser al granjero y una que otra plumita volando cual cierre de la película de Forrest Gump.

Después de ser decapitado, MIKE dio unos pasos y se fue al corral con las demás aves, agitaba sus plumas e incluso intentaba esconder lo poco que quedaba de su cabeza bajo el ala. También quiso piar aunque el único sonido que podía emitir era un leve gorjeo procedente de su esófago abierto.

«A la mañana siguiente mi abuelo volvió al corral y se quedó maravillado. Estaba vivo. Comprendió que tenía más valor así que en una olla, y comenzó a alimentarlo y darle de beber con una pipeta», relata Troy Waters, nieto del dueño del pollo. El condenado pollo seguía vivo después de una semana, el granjero Olsen decidió llevarlo a Salt Lake City para que fuera estudiado por los científicos de la Universidad de Utah y ver qué chingaos pasaba, o si era necesario exorcisarlo... já... no es cierto, esto del exorcismo fué choro mío, se imaginan ver en una peli ver en lugar de Linda Blair al pollo este ???.

La explicación que le dieron al cuate este fue sencilla: el golpe (por cierto muuuuuuy mal dado) le había dejado intactas la yugular, gran parte del cerebro y un oído. «Que viva es posible si el corte no daña la masa encefálica, aunque ojos, pico, lengua y oídos queden destruidos, y si sólo afecta a los vasos secundarios», afirma Indalecio Ruiz Calatrava (a qué pinche apellidito se cargaba el vato este), profesor de Veterinaria de la Universidad de Córdoba. «De este modo, la hemorragía podría superarse, y si se le da de comer manualmente, a través de la abertura, el animal podría vivir durante un tiempo».

Así fue como sucedió. Mike se alimentaba de granos de maíz y leche, y en vez de desfallecer, fue ganando peso hata ponerse como perrito placero en plaza feria de pueblo. De poco más de un kilo pasó a los 3,5 en apenas unos meses. Pero no, no quedó ahí el purrum. Olsen comprendió que podría beneficiarse y decidió exhibirlo por todo el país presentándolo como un auténtico milagro. Se pagaban más de 25 centavos por verlo correr y observar su cabeza flotando en un frasco de formol. Llegó a ganar 4.500 dólares al mes, quien diga que esto de auto emplearse no sirve le doy una madrina marca ACME.

Había nacido una estrella, qué digo una estrella carajo, había nacido el REY DEL PO...LLO !!!, i´ñor !!!. Revistas como Life o Time se hicieron eco de la increíble noticia, así que el rumor se extendió como el domingo siete de una quinceañera y otros granjeros comenzaron a cortar cabezas a diestra y siniestra a sus pollos para ver si ocurría lo mismo. El que más vivió fue uno llamado Lucky, pero no pasó de los 11 días, osease que estiró la pata, o mejor dicho, murió porque le dieron cuello... alguno habrá ocupado esa famosa frase de "o copelas o cuello" ???.

La Parka decidió llevarse al buen MIKE allá por marzo de 1947 al atragantarse con unos granos de maíz, háganme el rechingado favor, después de 18 meses se le ocurre atragantarse al pinche MIKE. Murió de asfixia, pero su espíritu continuó vivo, por gay y cursi que se escuche, así jué. Tanto es así que todos lo habitantes de Fruita decidieron en 1999 celebrar un día en su honor. Desde entonces, cada año, el tercer domingo de mayo se organizan unos juegos cuyos protagonistas son los pollos. Es más, para acabar pronto, se ha editado un libro con sus mejores fotos y una escultura con su nombre se levanta en pleno centro y lo más cajeto, hasta tiene página en Internet !!!

Hay quienes dicen que esto no es más que un fraude bien orquestado, la verdad a mí ni me va ni me viene, yo voy a seguir comiendo pollo y voy a seguir prefiriendo las piernas y las pechugas... de los pollos también.